No permitas que las cosas que no están a tu alcance para ser cambiadas influyan sobre tu estado de ánimo y se conviertan en una carga que te afecten y te lleven a afectar a quienes te rodean. Que llueva, que se forme un trancón, que se cierre un aeropuerto, que se presente un corte de energía y muchas otras cosas, no dependen de ti y, en la mayoría de los casos, de nadie con quien puedas siquiera comunicarte para protestar por ello. Lo mejor que puedes hacer es aceptarlas con calma y concentrar tu energía en todo aquello que sí puedes controlar: brindar un saludo afectuoso en el lugar al que llegues, entregar lo mejor de ti en las labores que desempeñas para satisfacción propia y de los demás, ofrecer una palabra de aliento a quien la necesita y tantas otras cosas que puedes hacer para que tu entorno y tu vida sea mucho más agradables.

El mundo se encuentra lleno de oportunidades y generalmente la gran diferencia entre las personas exitosas y las que no lo son radica en la forma en que aprovechan las que se ponen en su camino. Son muchas las ocasiones en que las dejamos pasar ya sea por temor a correr un riesgo, por no estar atentos cuando se presentan o por no hacer lo necesario para usufructuarlas de forma debida. Todos contamos con diferentes capacidades y aptitudes, por eso es necesario que nos mantengamos vigilantes para detectar las que podemos tomar para nuestro beneficio, como lo han hecho aquéllos que han logrado grandes créditos con los dones que la vida les ha proporcionado

Debes esforzarte en cada momento por hacer las cosas de una forma mejor, puesto que reiterarse en los errores o en la forma inadecuada de realizar las labores, están entre las principales característica de la mediocridad y de los fracasos. Algunas personas, empresas e incluso sociedades completas, se acostumbran a hacer las cosas de cierta manera y ésa es la única razón para no cambiar sus paradigmas y usan la justificación de que siempre se han hecho así para no esforzarse en buscar una alternativa más apropiada.

Existen personas a tu alrededor con quienes siempre puedes contar y quienes siempre serán de gran ayuda para ti. Por eso, a pesar de tus ocupaciones y compromisos, busca espacios para compartir con ellas, para alimentarte con su buena energía, para transmitirle tus pensamientos, dudas e inquietudes. A esas personas puedes llamarles amigos y son el tesoro más grande con que puedes contar.

Ser fieles a nuestros ideales y convicciones es un requisito fundamental para mantenernos en paz con nosotros mismos y para sostener nuestra felicidad. Vivir consecuentemente con esos ideales y convicciones implica asumir la responsabilidad frente a las decisiones que debemos tomar para mantenerlos. Y, aunque en muchas ocasiones no resulta fácil, debemos lanzarnos a la aventura que nos dé las alas para escapar de aquello que pueda ir en contra de nuestros preceptos.

No permitas que un error cometido destruya tu tranquilidad ni altere tu camino. Lo pasado ya pasó. Si cometiste un error, saca lecciones provechosas del mismo y libérate de sus efectos negativos. Atiende al presente con buen ánimo y sin angustiarte, asume con responsabilidad, calma y positivismo cada nueva oportunidad y no te dejes atormentar más por lo que pudo haber sido y no fue. Cada día es una nueva y mejor oportunidad. Sigue adelante.

Muchas veces la mentalidad de algunas personas se convierte en el mayor obstáculo para sacar adelante los sueños y metas que nos forjamos. Rechazar los cambios, sin siquiera darnos la oportunidad de evaluar sus resultados, es una posición que en ocasiones asumimos y con la que nos sentimos más cómodos, porque no debemos esforzarnos por aprender algo nuevo y porque seguimos con el ritmo que traemos. Cuídate de que no sea tu propia mente la que te limite y te cierre las puertas a las cosas novedosas con las que podemos contar. Puedes convertirte en un dinosaurio que camina en medio de una autopista, arriesgándote a ser atropellado por la velocidad de los cambios.